Aunque existen algunos estándares y recomendaciones acerca de la densidad de lámparas para algunos espacios (sobre todo exteriores), la realidad es que la densidad o la cantidad de lámparas por unidad de área así como la distancia entre cada una de ellas son si bien algo cuantificable y calculable también tiene su parte de juicio subjetivo, la situación es que la iluminación no debe verse solo como el resultado de un cálculo, debemos tener en cuenta que es un medio de interacción entre la arquitectura del espacio, los objetos y las personas, por tanto la densidad no solo tiene que ver con cuantas lámparas poner, sino también con como ordenarlas o el patrón de instalación de las mismas.
Como patrón podemos considerar la forma en que se agrupan las lámparas, por ejemplo un patrón lineal consiste en varias lámparas colocadas a través de una línea imaginaria recta, así podríamos considerar patrones circulares, cuadrados o inclusive patrones aleatorios.
La combinación de capas y superposición de sombras y luces pueden crear una atmósfera atrayente, absorbente, crea armonía visual con la arquitectura, podríamos con una sola lámpara de mayor intensidad lograr la misma intensidad de luz que muchas de ellas, sin embargo, muchas fuentes de luz dan la sensación psicológica de jerarquía a los espacios ó zonas, separación y unión del espacio, etc.
Obviamente la densidad de lamparas sera muy importante para la vista que le queremos dar a nuestro escenario pero siempre hay una solución para ahorrar un poco en el presupuesto aunque siempre es posible tener en cuentas ciertos factores como:
- La potencia de la lampara.
- El angulo de dispersión de la lampara.
- El tipo de lente o difusor que pueda tener.
- El efecto que necesitamos.
- La estructura del escenario.
- Tipo de lamapara.
Ya hemos tocado todos estos factores en Tecnoiglesia, así que no es necesario volverlos a explicar pero si les recomiendo buscarlos para que puedan darse una idea real de lo que necesitan en su auditorio.